martes, 8 de octubre de 2019

Reflexión

Cuando formas perversas y malditas
se esconden entre algunas sucias mentes,
asoman con sus hechos indecentes
acciones inhumanas y gratuitas.

Maneras execrables y proscritas,
a las nobles, inocuas y decentes,
personas con sus almas inocentes,
acechan sanguinarias y cainitas.

Pensemos.¿Qué le mueve al ser humano
a ser con sus afines pernicioso
y usar para matar, a Dios en vano?

Quizá cuando el avaro y poderoso
pudiera controlar su larga mano,
haría al mundo menos peligroso.

No te alejes

Ven; no pases de largo. Para; quédate.
Dame la inspiración que necesito,
con tu poder y con tu magia llévame
a encontrar ese instante que he perdido.


Buscan los versos invisibles pléyades
por campos prohibidos o proscritos
y por bosques preludios de los pésames
de silencios que matan los sonidos.


Ven; no pases de largo. Para; quédate.

Los pechos de los hombres en la nada
surcan el infinito, y si al final
la mudez de los hechos impasibles
y el insonoro mundo de las hadas
se escuchan al mirarlos sin hablar,

transmutarán sonidos imposibles.

Ven; no pases de largo. Para; quédate.

No te alejes; despierta del letargo.
Danos la claridad sin más tapujos
y deja que la noche con su influjo
nos traiga pensamientos tan variados,
como sueños formales o indiscretos
y algún antiguo e íntimo secreto.

Ven; no pases de largo. Para; quédate.

Subyacentes, vacías, tal vez vanas,
se ocultan entre múltiples palabras
que albergan los espacios más audibles
de un mundo que estará por definir,
por ello el verso encontrará su fin
cuando los pensamientos vuelen libres.

Ven; no pases de largo. Para; quédate.

Mientras, con ansia absorben dulces néctares
llenando de razones mil escritos
que ofrendan a los dioses, como ménades
entre huertos cultivados por olvidos
y en montes donde el eco de la oréade
repite la poesía al infinito. 

Ven; no pases de largo. Para; quédate.

Diferencias de clases

Todo principio es finito
siendo el mismo a los mortales;
hombres plantas y animales
tenemos un mismo sino,
al nacer nuestro destino
en el tiempo queda escrito.


No elegimos ascendencias
la cuna nos viene impuesta,
llegas con boca dispuesta
desnuda es la bienvenida,
dándote cuenta enseguida
que existen las diferencias.


De sufrir a unos les sedan
con néctar sus bocas cierran,
otros a senos se aferran
viendo esperanzas exentas,
rezando piden hambrientas
a Dios salud les concedan.


Riqueza no hay quien la niegue
cuando la vida es atenta,
dándote con rubor cuenta
que en esta tierra hay tristeza
desigualdad y pobreza.
De ella, no habrá quien reniegue.

No seamos mojigatos
creyéndonos merecidos,
alimentos bendecidos
domingos en doce y media
cuando boato y comedia
disfrazan los alegatos.

Después de golpes de pecho
se pasa al aperitivo,
no será tan alusivo
al pecado y la pobreza.
¿Para qué entonces se reza,
si no es para un buen provecho?

Diferencias y pobreza
se acentúan más si cabe,
pues el mísero no sabe
de que desgracia se aqueja,
el rico en su ansia no ceja
no ha de perder su riqueza.

Esa la que trabajando
casi nadie la obtuviera,
uno por otro pudiera
crear grandes diferencias
acallando las conciencias,
se van las culpas volando.

Tomar con afán la tierra
siempre importó al opulento,
de ella depende el sustento
fruto de toda acrecencia,
aquella que la conciencia
disimula cuando yerra.

El pobre ya es cosa seria,
a veces en su impotencia
su causa extrema y demencia
al delirio ha de llevarle,
en vez de dignificarle
le hunde más en la miseria.

Al poema nada resta
pues ya son las nueve y cuarto
y en la mesa está en reparto
caviar beluga en conserva,
vino rioja de reserva,
roscón de la última fiesta.


Esa la que conmemora
en pesebre el nacimiento,
de aquel hombre tan hambriento
de justicia para el mundo.
Aunque nuestro yo profundo;
tiene claro a quien adora.

La honestidad

Pudiera ser que a veces la verdad
se quedase guardando a la excelencia,
si estuviera adornada de humildad
y de gotas sensibles de inocencia.

Apelando a la seria honestidad
se podría mirar en la conciencia,
para buscar si en tanta iniquidad
se camufla el disfraz de la apariencia.

Mientras tanto, se exhiben sin rubor
las almas que presumen de preclaras
y niegan otro juicio de valor.

Como el agua que brota de alfaguaras
fluirán cual manantial del interior,
maneras de decir las cosas claras.

Quien quisiera viajar con la verdad
llevando en su maleta la excelencia
no deberá olvidar que la humildad
no es tan solo un patrón de la inocencia.

No se puede buscar la honestidad
donde nunca se encuentre la conciencia
libre de todo afán de iniquidad
para usar el disfraz de la apariencia.

Entre el recelo y falta de rubor
afloran mentes rectas y preclaras
que escuchan todo juicio de valor.

Y de ellas al igual que de alfaguaras
con fuerza manarán del interior
ideas nobles, íntegras y claras.

La avaricia

La avaricia es sinónimo del mal,
corruptora del triste ser humano,
el mismo que hoy te trata como hermano
te negará mañana pan y sal.
El mísero no entiende de moral
a cualquier desdichado cobra fianza
y con ello se llena bien la panza
esperando alcanzar después riqueza
a costa de llevar a la pobreza
al que busca en la suerte su bonanza.

Y mientras, la vileza encuentra alianza
con sibilino y despreciable engaño,
sin rubor causará miseria y daño
al vender humo en forma de esperanza.
Mientras otorga su total confianza
mostrará donosura en sus modales
embaucándole todos los caudales
al que quiera en su afán enriquecerse,
aunque para ello tenga que perderse
con cuestionables formas ilegales.

Aquellos que obtuvieron los avales
para poder así salir de pobres
ocultan beneficios entre sobres
con maniobras corruptas e ilegales.
El dinero a la postre hará rivales
entre el socio, el hermano o el amigo,
al culto, al rey, al rico y al mendigo,
como al súbdito, al noble o al plebeyo,
lo feo puede convertirlo en bello,
e incluso al injurioso hará testigo.

Los humanos son simples enemigos
de este planeta azul, mientras lo afean,
para alcanzar aquello que desean
maltratándole dejan sus castigos.
Mirando satisfechos sus ombligos
tan solo pueden ver que la decencia
será la sombra ajena a su conciencia
mientras no les afecte a sus bolsillos,
entre tanto los míseros caudillos
otorgan gracia, indulto y providencia.

La justicia con una gran frecuencia
ampara como siempre al que más tiene
y aunque por sinvergüenza le condene
al final se le da soez clemencia.
Tan solo cuando prima la indulgencia
se mirará al que tiene en la cartera
la causa de la prueba más certera,
haciendo que el ladrón de guante blanco
se lleve aquello que ha robado al banco
y a otros los arrojan a la acera.

El que al buscar el bienestar quisiera
obtener sustanciosa y gran fortuna
aunque tuviera que pasar hambruna
sin dudarlo ese iluso siempre espera.
La codicia es truhan y es altanera,
puede albergar en nuestra subconsciencia
la envidia, la mentira, la demencia,
la usura, la traición y egolatría,
la razón simplemente perdería
con tal malévola y dañina influencia.

Quien con fe pide que le den clemencia
y usa para ello el rezo cada día,
en su profunda convicción diría
que el orar con fervor da la indulgencia.
¿Entonces, puede ser que en penitencia
algún ser le perdone los pecados
y el resto quedarán desamparados
a merced de lo humano o lo divino?,
por ello solo aceptarán su sino
aquellos que no estén desheredados.

A veces cuando vemos desalmados
que expolian todo aquello que es ajeno
entre nuestro interior sucio y obsceno
permanecen los ojos bien cerrados.
Proyectos que quedaron mal parados
por el ego y las vanas pretensiones
buscarán en los hombres las acciones
dignas de los sudores de sus frentes,
callados quedarán e indiferentes
ocultando sus miedos y ambiciones.

Al buscar cosechar nuestras acciones
si crecen rodeadas de basura
se verá en la simiente que perdura
la podredumbre en tantas perversiones.
Con tañidos, inciensos y oraciones,
mientras que las campanas suenen mudas
las almas nobles quedarán desnudas
entre la mísera y voraz codicia,
pues quedando amparada en la malicia
permanece la sombra de algún judas.

Para que no nos quede ya más duda
ni parecieran meras aversiones
lo que tan solo son divagaciones
puede ser pura reflexión desnuda.
Pues la verdad aunque sonara cruda
tocando muchas veces la moral
al tener que ahondar en lo esencial
nos pudiera enseñar nuestra miseria,
por ello al indagar en la materia
tendremos que cuidarnos de este mal.

Renacer

Cuando éramos jóvenes siempre los días
salían temprano y los sueños tardíos,
la vida traía con más desafíos
algunos proyectos y lluvias baldías.

Buscando las metas el tiempo gastamos
y así lo pasamos sorbiendo las horas,
pensando tan solo en aquellas demoras
atrás sin quererlo los planes dejamos.

El hoy nos parece cercano y seguro
y nuestras vivencias que no han de volver
nos dejan un lienzo color claroscuro.

Quedando el presente lejano al ayer
llegó de repente el incierto futuro
y quiso el pasado volver a nacer.

La vida

La vida nos sorprende con frecuencia
pasando como estrella por los cielos
pues, aunque nos ampare la existencia,
su vigor de la muerte tiene celos.

Al fin y al cabo, esta consecuencia
mantiene nuestro orgullo por los suelos
y aunque nos ayudara la conciencia
las evidencias borran los anhelos.

El tiempo lo que siempre nos avala
es solo el resultado inevitable
de aquello que la vida nos depara.

Aun siendo pasajera e insalvable
esta razón de fuerza nos iguala
con su única verdad irrefutable.

Preguntando al hombre

Al hombre le quisiera preguntar
sabiendo que la vida es caprichosa
y a veces hasta puede que sinuosa
si está en el mundo solo por azar.
Pues siendo este su único lugar
al ser la vida efímera y hermosa
o a veces hasta puede que asombrosa
el hombre no la debe defraudar.

Pudieras en conciencia si al buscar
creer que no hay materia milagrosa
y al encontrar su fuente sospechosa
dudar de Dios te hará reflexionar.
La razón que me hace especular
me dice que la causa poderosa
de ver la vida dúctil o armoniosa
estriba en la manera que hay de amar.

¿Quizás alguien podrá tal vez pensar
al ver que nuestra vida es poca cosa
que un ente de alma y forma tenebrosa
nos puso en el espacio a procrear?
Si aquí nos puso y pudo descansar
un ente de alma y forma misteriosa
al ver a nuestra vida indecorosa
no quiso ni un instante malgastar.

Teoría inacabada

Por causa de una simple analogía
especulando sobre nuestro origen,
los hombres por temor al fin eligen
un dios, la fe y su propia teología.

Y mientras, con sagaz filosofía,
el control de unos pocos, nos dirigen
y con divina potestad se erigen
en gurús de cualquier ideología.

El pensamiento quedará disperso
en la memoria turbia y olvidada
de la razón oscura del converso.

Si surgió la materia de la nada
y con una explosión el universo,
lo demás es teoría inacabada.

La conciencia

La conciencia otorgando a los humanos
la gracia en razonar,
hará que los creyentes y profanos
se deban preguntar:
¿Si el Orbe es infinito
puede un caso fortuito
al hombre convertirle en pensador
y hacer el Creador
un mundo tan arcano e inaudito?

Formas y usos de la crítica

Tiene el humano gracia y potestad
en juzgar al igual o al diferente
siendo algo sustancial como inherente
se aplica con encono o con bondad.

Aquellos que se dan notoriedad
buscarán una crítica inclemente,
y el sabio la usará decentemente
si el ego no le ciega en su verdad.

Se critica el pasado del anciano,
del joven su premura y diligencia,
del apuesto su garbo y su presencia,
y al que es débil lo tachan de gusano.

De Dios, si nos parece muy lejano
criticamos su don de omnipresencia,
y al pobre que padece una demencia,
critica aquel que piensa que está sano.

El chismoso critica al que es prudente
por ser amable, honrado y generoso,
en el fondo querrá cualquier ocioso
criticar al ladrón o al inocente.

La crítica voraz como inclemente
si la usa el radical o el poderoso,
con aire prepotente y victorioso
nos muestra su carácter indolente.

Quien dice las verdades del barquero
para recriminar las aptitudes
de aquellos que no ven sus laxitudes,
no mira que él también tiene trasero.

Aquel que no se siente prisionero
de sus palabras, formas o acritudes,
debería mirar sus actitudes
y hacer después análisis sincero.

Existen mil maneras en las críticas
según y cómo ellas se conciben,
si más o menos francas se reciben
se aceptarán sinceras o analíticas.

Criterios que se adornan de raquíticas
costumbres de censuras que prohíben,
lo harán todos aquellos que se inhiben
amparándose en formas más políticas.

El juicio si es veraz y consecuente
lo usamos para nuestro crecimiento,
siendo correcto o malo el argumento
aceptarlo es un acto inteligente.

Si la opinión resulta convincente
ayuda a la razón como al talento,
a falta de un brillante fundamento
se espera del censor sea indulgente.

Si la ignorancia al ser tan atrevida
se amparase en la falta de censura
sería simplemente una aventura
el intento de hacer sanar la herida.

Entonces, con la furia resentida
que se encuentra escondida en la impostura
en el débil provoca la locura
si no ve en la respuesta una salida.

¿Qué podría tener mayor delito,
el uso de la crítica inclemente
o ese pudor que la ignorancia siente
al pensar que el error no fue prescrito?

La discusión si hubiera o no, la evito
pues, aunque no encontrara lo evidente
la opinión más abrupta o inocente
varía si lo oprobio se hace rito.

A veces a los gestos los indago
y analizo con celo y mente fría
aunque ello no causara simpatía,
opinar con respeto es lo que hago.

Mientras, utilizamos el halago
para manifestar la cortesía,
por no encontrar alguna analogía
no debemos hacer ningún estrago.

Se dan y se reciben con frecuencia
consejos acertados o perversos
con los razonamientos más diversos
son acicate en busca de experiencia.

Y aunque parezca simple indiferencia
momentos que pudieran ser adversos
se quedarán transpuestos y dispersos
cuando se usa el criterio en apariencia.

De forma descortés y displicente
el arrogante a veces instituye
maneras de opinar que se atribuye
como crítica audaz y competente.

Mientras, en ojo ajeno la evidente
paja, ve claramente que en él fluye,
notando que en su iris se diluye
la viga en apariencia inexistente.

Como una sombra por el mundo pasa,
en busca de los otros el desdoro
cual estela fugaz de un meteoro
y se esfuma de una forma lasa.

Escudriñando mientras tanto arrasa
cuando anhela encontrar como un tesoro
el error que utiliza sin decoro
y tacha el fallo de ignorancia crasa.

La censura que aporta el prepotente,
excluye a quien le limpia la patena
con esa cara amable y tan amena
de forma lisonjera e indecente.

Y a todo el que se muestra indiferente
le enseña los colmillos de una hiena,
si no le alaba de una forma obscena
será una presa fútil e inocente.

Así, sin que nos demos cuenta estamos
pasando lentamente nuestros días,
tratando de llenar nuestras vacías
mentes de savia nueva que encontramos.

Por ello, si aprendemos o enseñamos
será cuestión tan solo de empatías,
juzgando los demás nuestras valías
verán como el ombligo nos miramos.

El hombre siendo fiel a sus errores
evitará saltar la misma piedra;
de lo dicho, aunque nada a él le arredra
en la conciencia oculta sus temores.

Por ello, quien creyera en sus valores
no buscará trepar como una hiedra,
aquel que al criticar presume y medra
terminará atrapado en sus hedores.

Desencuentro

Todo principio de legalidad,
dice que al ciudadano como al súbdito
al ofrecerle un referéndum público,
si es pactado se debe respetar.

La razón deja en lo fundamental,
claras y diáfanas las normas cívicas,
esas que se convierten en jurídicas
y en tutoras de avances y de paz.

La oscura sombra al lado del altar
quedó como el perfume de las írides
y entre capas de sables y de píxides
hicieron ley del punto sin final.

Nunca la historia se debe olvidar
si no quieres volver a ser partícipe
de momentos pasados y difíciles
de rencores, miseria y tanto mal.

Haciéndoles al pueblo caminar,
por los nacionalismos más fanáticos,
con soflamas que encienden tantos ánimos
pedirán al vasallo su lealtad.

En tal caso debemos sopesar
si hermanos como fueron los de Antígonas,
con formas antagónicas y díscolas
tendrían que volver la vista atrás.

El mísero se quiso aprovechar
del hecho de alejarse de las cárceles
y a riesgo de que vuelvan los cadáveres
entre el pueblo ocultó su mezquindad.

Mientras, el gobernante con afán,
adorna su palabra poco explícita,
se piensa que le amparan formas lícitas
y entre actos muestra su incapacidad.

Y en lugar de ponerse a negociar
imbuidos de su espíritu patriótico,
los de siempre mantienen sus propósitos
de hacerla grande y una, hasta el final.

Sabiendo que no cabe marcha atrás
la derecha se queda un tanto atónita
al no entender que su cruzada histórica
no pudo haber impuesto su ademán.

El fuego que provoca el no votar
el pirómano enciende con la pólvora,
encontrándose en una pose cómoda
dará la gasolina algún rufián.

Por ello antes que vaya todo a más
tendremos que aplicar la simple lógica
pues todas las posturas antagónicas
si se quieren se pueden dialogar.

Los siglos no pudieron alterar
el conjunto de formas espontáneas,
la piel de toro es pura miscelánea
y la historia termina siempre igual.

Después de todo, tanto el nacional,
liberal, socialista o el católico,
defienden sus ideas y propósitos
sin por ello perder su identidad.

Los cambios con el cisma al fin vendrán
pasándose el periodo de paréntesis,
el tiempo llegará con otro génesis
y vuelta a la rutina y a medrar.

Cuando un nacionalista es amoral
se viste como hipócrita y de víctima
y justifica sus razones íntimas
diciendo que le quitan libertad.

Esa misma que un día tiempo atrás,
con ella hicimos de la rana un príncipe
y a los rencores les pusimos límites
entre heridas que nunca estañarán.

Pues ésta España plurinacional
que siendo vertebrada fue caótica,
demostrándonos su epopeya histórica,
enseña su mentira y su verdad.

Su luz y sombra en época imperial
dejó fulgor con forma heterogénea
y la huella de su religión etérea,
usó con la conquista militar.

Mientras tanto, la izquierda tan plural
se piensa que con un discurso único
el futuro vendrá con días lúdicos
a un mundo de justicia e igualdad.

Como eternos cainitas se verán
divagando con mítines erráticos
como el profeta que nació mediático
y vendió su mensaje fraternal.

Pues, aunque pareciera una obviedad,
finalmente el problema es crematístico
por mucho que disfracen los políticos
sus ansias de poder y de mandar.

Ello no quita que se quieran más
avances y valores democráticos,
pareciendo que pueda ser dramático
que marchen si del pueblo es voluntad.

La cuestión simplemente es escuchar
a los que dicen ser de aquí foráneos
y parte de un país que es sucedáneo
de una nación compleja y singular.

¿Y que quieren con esto demostrar
aquellos que se encuentran tan escépticos
con la legalidad y con su crédito
si ni sus leyes saben respetar?

Los corruptos intentan engañar,
uno con victimismos más que clásicos,
y el otro con discurso ruin y básico,
mientras el tiempo oculta su ruindad.

El juego espero que no acabe mal,
si exaltan los ardores de los “héroes”
el riesgo de que afloren los estiércoles
nos llevaría al pozo sin cegar.

Al final si quisiéramos cambiar,
deberemos con medios diplomáticos
resolver el asunto problemático
con las urnas, respeto y lealtad.