Camino por la
senda de la vida
buscando en este
mundo al ser humano
honesto, secular,
quizá profano,
que ponga fin al
ansia desmedida.
Y encuentro al ser mortal y fratricida
experto en el
ultraje cotidiano
usando todo
aquello que en su mano
abarca la ambición
liberticida.
Por ello en los milagros ya no creo
si engañan a las
almas circunspectas
y ofrecen mal
vivir por un deseo.
El hombre en sus conductas poco rectas
expolia con ajeno
devaneo
pretéritas herencias hoy infectas.
pretéritas herencias hoy infectas.
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